A diferencia de edificaciones convencionales, las prefabricadas se hacen en plantas industrializadas, esto se traduce en materiales de construcción capaces de ser controlados e inspeccionados apropiadamente y con poco margen de error y a la vez se garantiza la calidad mucho más a fondo que en una construcción convencional.
Además, los materiales utilizados para erigirla no están expuestos a las inclemencias del tiempo, sino que se mantienen en un ambiente de temperatura controlada eliminando así el riesgo de materiales desgastados, fallados y/o arruinados. Las inspecciones de calidad normalmente se realizan 3 veces más que en una construcción estándar, y se llevan a cabo durante todo el proceso para garantizar la calidad del producto final. El cumplimiento riguroso de las normas obligatorias para este tipo de unidades, diseñadas para ser levantadas por grúas de alto rendimiento, explica cómo estos hogares son capaces de soportar el transporte y los procesos de ensamble totalmente intactas.
Las unidades modulares prefabricadas son construidas también para ser más eficientes energéticamente que una unidad convencional. Sus diseños con mayor aislamiento, y en muchos casos materiales de mejor calidad, redundan en un sitio sustentable que permite ahorrar dinero en costos de aire acondicionado, costos que son cada vez más elevados en estos días.
En la actualidad disponemos de ciertas ventajas que nos ha dado la industrialización. No precisamos ya muros de mampostería de más de un metro de grosor para las fachadas frías, no precisamos de una cuadra llena de paja bajo nuestros pies para aislarnos de humedades, no precisamos ir con la “cantara” al río o la fuente para disponer de agua corriente ni cortar leña para disponer de calefacción. ¿Por qué no aprovecharlas? Solo es necesario el sentido común para no caer en el despilfarro y en consecuencia en el agotamiento de recursos
El proceso de industrialización y la producción bajo techo, a salvo de factores climatológicos, permiten un importante ahorro de recursos y tiempo que repercuten en el bolsillo del adquiriente o inversionista. La estandarización también es un factor importante a la hora de abaratar costes, sin pretender que todas las unidades modulares tienen que ser iguales.
Entre las múltiples ventajas que posee este tipo de construcción es que es posible acoplarlos muy fácilmente. Además, desde el punto de visto del costo por metro cuadrado esta entre los 250 y 350 dólares.
Hay que de destacar que nuestras unidades están construidas con materiales reciclables, que no dañan el medio ambiente, lo cual representa una ventaja ecológica, y poseen los mejores aislamientos térmicos y acústicos del mercado. Y en materia de robustez de sus paredes, techo y cimientos, resisten lo mismo que cualquier construcción tradicional. En realidad, en METALCON nos hemos anticipado al futuro y sustituido la palabra construcción por la de “montaje”.
Y si el ahorro de dinero es un tema importante a la hora de la evaluación, entonces se debe mencionar que el costo promedio por metro cuadrado de una unidad prefabricada es significativamente más barato que otras unidades no prefabricadas y usualmente implican un menor mantenimiento.
Estos ahorros se producen por varias razones, empezando por la forma en que estas unidades están construidas y montadas. Solo por ser construida en fábrica el costo es bajo ya que los materiales pueden ser comprados a granel, se disminuyen los costos laborales, se aprovechan mejor los tiempos de producción, se evita cualquier tipo de accidente en la construcción y no se desperdician materiales sobrantes, es decir se disminuyen muchos riesgos. En la actualidad, el desarrollo de “nuevos materiales” y “técnicas constructivas” han propiciado el auge de la construcción modular industrializada con tecnología de avanzada.
Este tipo de construcción supone una respuesta a la demanda cada día más exigente acerca de precios, plazos de ejecución y entrega, seguridad, ahorro energético y bajo impacto ambiental en el proceso de construcción y sostenibilidad.
Además, estos sistemas facilitan la edificación con elementos de volumen fabricados mediante un proceso industrial, lo que hace que la construcción sea mucho más rápida, de mayor calidad, segura y con menor impacto medioambiental.
El objetivo es pensar y desarrollar nuevos y avanzados edificios con materiales y sistemas constructivos basados en la utilización del acero, el hormigón pretensado o en forma de paneles y otros componentes de diversos materiales modernos y duraderos para un nuevo modelo de edificación coherente energéticamente hablando. Los proyectos se basan en los principios de economía y racionalidad, resolviendo la durabilidad del edificio, fácil mantenimiento y funcionalidad del mismo.
Por tanto, las construcciones son menos agresivas para el medio ambiente; esto unido a la manufactura del edificio dentro de una fábrica, donde la gestión de residuos se realiza de forma controlada, y con impacto ambiental cero, hace que estos edificios sean mucho más sostenibles. El sistema constructivo, basado en una edificación ligera de estructura metálica y elementos constructivos reindustrializados de fácil montaje y desmontaje, convierten a estos edificios en reciclables y reutilizables en un alto porcentaje del todo o de sus partes: estructura de acero, cerramientos metálicos, tabiquerías de cartón-yeso, carpintería exterior de aluminio, cristales, etc.
Como consecuencia de este proceso de fabricación – transporte – montaje, estos edificios, nunca son demolidos; son desmontados, transportados y reconstruidos de ser necesario, en una palabra: reciclados.
Así pues, aislamientos, cubiertas, instalaciones tienen las mismas garantías y efectividad que las de la obra tradicional, superándolas en muchos casos.
Este indicador, aunque de difícil y complejo –cuando no imposible- cálculo, es cada vez más usado para sopesar y medir lo que realmente nos cuestan, medio-ambientalmente hablando, los recursos de los que disponemos.
Por unidades, se entenderá los espacios y equipos que están tras la puerta de acceso al espacio privado.
