Al igual que los entretenimientos infantiles con juegos de piezas que se arman como mecanos y legos, en la construcción de unidades se están utilizando de manera creciente componentes fabricados en plantas de producción, que se ensamblan sobre el terreno. Algunos defienden que esta es una solución que acelera dramáticamente el proceso de construcción, reduciendo a la vez costes e impacto ambiental. Sin embargo, este último punto resulta especialmente controvertido. ¿Entran las construcciones prefabricadas dentro de una tipología constructiva más ecológica?

El concepto de unidades prefabricada se suele asociar con bungalow o caravanas, sobre todo en los países donde este tipo de construcciones se encuentran más extendidas. Sin embargo, desde las unidades esféricas geodésicas a las actuales propuestas de modernas unidades modulares de autor, son numerosas las construcciones cuyos componentes se han fabricado en una planta situada a kilómetros del lugar donde finalmente se convertirá en un hogar. Las piezas se compran y comercializan como un “kit” que el usuario final “monta” en el terreno que destine a ello. Este tipo de unidades totalmente modulares suelen ser de una sola planta y unifamiliares.  

En la construcción plurifamiliar también son cada vez más las voces que se alzan a favor de la utilización de grandes elementos constructivos prefabricados. Básicamente se utilizan pilares, forjados, jácenas y cubiertas prefabricadas, así como aplacados para cerramientos horizontales.

Algunos de los factores que en este tipo de construcción apuntan como beneficios son los siguientes: 

A) La construcción se convierte en una actividad continua, al menos en la planta de producción, en la que durante todo el año se fabrican los componentes de las futuras edificaciones. Esto permite que los trabajadores del sector de la construcción, o una parte de ellos, tengan un empleo fijo, menos sujeto a las variaciones climáticas o relativas al sector de la construcción. Ligado a esto, encontramos lo que muchos promotores definen como una clara ventaja: el hecho de que la mano de obra que trabaja en estas cadenas de montaje no necesita una formación especializada. Esto resulta interesante a los promotores de unidades en países en los que, por ejemplo, se construye habitualmente un gran número de unidades de madera, como en Estados Unidos. Este sistema de construcción permitiría prescindir de un carpintero profesional y emplear a un obrero no especializado en la cadena de montaje. Por supuesto, este obrero percibiría un salario más bajo.

B) La rapidez de montaje, tanto en el caso de unidades modulares como en edificios con parte de sus componentes prefabricados, se acorta el tiempo de ejecución de la obra, en algunos casos a la mitad, aunque resulta más espectacular en el caso de unidades totalmente construidas en fábrica. Tras su transporte al sitio de la construcción o emplazamiento definitivo, una unidad totalmente prefabricada puede ser montada, cerrada y ocupada en cuestión de días.

 C) Importante ahorro de materiales utilizados en obra. Con los elementos prefabricados, ya se trate de edificios o de unidades modulares, es posible la construcción o montaje en seco, es decir, se puede prescindir del mortero. 

D) Reducción de los residuos de la construcción, al llegar los componentes prefabricados a obra, se reduciría la cantidad de residuos generados en el terreno donde se realiza la construcción (embalajes, rotura de piezas…).

 E) Existen productos de última generación que han comenzado a utilizarse en la industria de la construcción como producto final que permiten el ahorro de energía. Por ejemplo, se construyen paneles para unidades con un mayor aislamiento térmico y acústico que el que se suele aplicar en la mayoría de las obras.

F) Los componentes prefabricados se construyen con materiales de la misma calidad que en la obra o incluso de calidad superior, puesto que los componentes y proceso de producción están sujetos a un mayor control en la planta productora (condiciones ambientales, controles de calidad…). Además, los materiales están menos expuestos a inclemencias meteorológicas, ya que el montaje se realiza en un breve período de tiempo y por tanto no están expuestos a condiciones climáticas adversas durante meses. También poseen una mayor fortaleza para resistir durante el transporte y montaje debido a que luego de ser fabricados se han dejado reposar tras su construcción o montaje definitivo.

G) La prefabricación de elementos constructivos abre el camino hacia la creación de edificios y construcciones donde es más sencillo desensamblar o deconstruir cuando estos llegan al final de su vida útil y poder así utilizar los materiales en otro lugar. También es posible un mayor control sobre los procesos y materiales, tanto en la gestión de residuos generados (más sencilla en planta que en obra) como en la eliminación de productos tóxicos. 

Otras ventajas que se apuntan son que la unidades puede ser totalmente desmontada y llevada a otro emplazamiento elegido si los habitantes así lo decidieran. Por lo que respecta a la estética, el resultado final no permite diferenciar la unidades prefabricada de una construida sobre el terreno. Para el cliente final es un modo de economizar tiempo y dinero. 

La construcción industrializada es un proceso más intensivo en energía fósil y menos en energía humana. La reducción del tiempo de trabajo, la menor energía utilizada en la producción, la cantidad de trabajadores necesarios, etc. Se consigue una casa de las que actualmente llamamos “de diseño” de manera más asequible. Se ahorran algunos materiales, tiempo de ejecución y mano de obra que a su vez redunda en un ahorro económico y ambiental. Incluso los beneficios ambientales de la construcción con prefabricados tienen actualmente defensores por doquier y merecen una reflexión más detenida.

Materiales ecológicos: Salvo en contadas ocasiones, las unidadess prefabricadas están producidas con materiales ecológicos. Muchas veces se trabaja con productos similares a la edificación convencional. A menudo son materiales ecológicos tan solo por ser inertes o no tóxicos. Se disminuye la presión y contaminación del medio ambiente que hasta hoy esos materiales han llevado asociada. Las unidades prefabricadas utilizan aislantes de lana de roca, acero o madera.

Demasiadas veces se confunden términos o se utilizan de manera ambigua. El medio ambiente está en boca de todos y a menudo se cuelga la etiqueta de ecológico a un producto demasiado pronto. Desde el punto de vista medioambiental, está claro que los prefabricados son una solución de bajo impacto y, por tanto, un sistema de construcción más ecológico.

Transporte: Los elementos o unidadess prefabricadas requieren un desplazamiento desde la planta de producción al destino final de implantación. Las materias primas se transportan hasta la planta, allí se cortan y escuadran, transformándose en piezas acabadas que posteriormente a su vez se transportan hasta la parcela del cliente para ser ensambladas. Es muy importante en este proceso la eficiencia necesaria para armonizar la logística y organización de los diferentes pasos a efectos de economizar al máximo en el coste final del producto, (casa ya montada) elemento crucial en todo el procedimiento relativo a la construcción de unidades habitables con el sistema de prefabricación. Esta eficiencia final se basa en que el tiempo y la energía consumidos en el proceso industrial y fabricación de los componentes en planta se ven reducidos notablemente.

Residuos generados: Que se produzcan menos residuos en planta que en obra no significa que no se generen. Materiales defectuosos y embalajes de materias primas se convierten en residuos en la planta de fabricación, aunque no se hagan visibles inmediatamente o sobre un terreno. Su gestión, afortunadamente, está sometida a un mayor control y urgencia que en una obra tradicional y es más racional.

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